Buscando un guía-vital.... {Contrato de Freya}

por **Freya I. Von Eichendorff** Lun Nov 28, 2011 11:01 am

Nombre: Freya Irion Von Eichendorff
Rango: Ombra Rank
Petición formal:
Se busca mayordomo habilidoso en las tareas del hogar. Preferentemente un chico no muy mayor,
paciente, que se convierta en un buen guía espiritual para esta chica indómita.
Evidentemente puede tener un carácter fuerte, siempre y cuando su preferencia sea evitar los desastres que Freya pueda causar.

Otros: Se debe tener muy en cuenta la “historia” de Freya, puede que alguna vez se a injusta pero en general se tomará a su mayordomo como un aliado y, si es así, se comportará bien con él, incluso llegaría a ser cariñosa y protectora.

Ficha en la firma (:
↕

por **Miles Hawkins** Lun Nov 28, 2011 4:44 pm

Como mayordomo dotado de profundos conocimientos filosóficos, creo que respondo a la descripción de guía espiritual. Mis dotes culinarias son respetables. En cuanto al carácter fuerte... Firme es la palabra, y leal hasta la muerte como un samurai.

Si así lo deseáis, estoy a vuestro servicio.

por **Pioter Noir** Lun Nov 28, 2011 5:13 pm

Buenas Tardes, confió que Hawlkins-sempai muy bien puede cumplir y satisfacer las necesidades que Von Eichendorff-Sama pueda tener, incluso quizá hasta superar sus expectativas; Sin embargo con la única finalidad de presentar a usted más opciones es que me atrevo a ponerme también a sus servicios, ofreciendo dar siempre lo mejor de mi.

(asiendo una reverencia para todos los presentes a forma de disculpa por esta intromisión)

por **Freya I. Von Eichendorff** Mar Nov 29, 2011 6:43 am

Freya observa a los dos jóvenes atentamente, fijándose bien en su postura, sus rasgos, su ropa...

- Bien, queridos... He pensado que, ya que la elección de shitsuji es algo muy importante para mi vida en este lugar no debo tomar una decisión a la ligera.Me gustaría, si ambos están dispuestos, hacerles una prueba y entrevista personal.-les dices al fin, con una leve sonrisa en los labios.

OFF: No sé si es algo que se pueda o se suela hacer, no esperaba tener más de un candidato. ¿Podríamos rolear un encuentro?

por **Miles Hawkins** Mar Nov 29, 2011 11:47 am

Ante las palabras de la joven, el británico esbozó una sonrisa y respondió con una ligera reverencia.

-¿Cómo no iba a acceder a una petición nacida de una decisión tan sabia? Cuando usted esté lista, yo lo estaré. -respondió con calma y eligiendo bien las palabras a utilizar, pero sobre todo las que no utilizar.

[OFF: No problem por mi parte. Si los admin o Pioter no se oponen, estoy disponible]

por **Pioter Noir** Mar Nov 29, 2011 1:29 pm

Sonriendo con singular alegría hace nuevamente reverencia a ambos deteniéndose especialmente para Freya-dono

-Para mi sera un honor entrevistarme con usted Von Eichendorff- Sama-

mirándole complacido con una mirada segura y alagada

-Es un verdadero placer para mi ser considerado a la altura de Hawkins-Sempai, sus palabras me hacen sentir honrado, daré lo mejor de mi para corresponder la confianza de ambos-

[OFF: no tengo problema alguna por el contrario, espero no divirtamos mucho los tres]

por **Freya I. Von Eichendorff** Mar Nov 29, 2011 3:20 pm

*Escenario imaginario: un pasillo del internado dónde Freya estaba colgando el cartel de solucitud*

Freya ve, complacida, que ambos están dispuestos a asumir la prueba pero ni ella misma tiene muy claro qué desea que hagan. Es rápida con la improvisación así que no tiene reparos en comenzar a caminar por el pasillo y pedirles que la sigan, si son tan amables. Tiene muy claro que sus modales se gastarán pronto a lo largo del curso, por ello, ahora que aún se siento con ganas, no escatima en sonrisa y ademanes. No lo sabe, pero camina con la cabeza muy alta, con pasos largos, elegantes. Al fin y al cabo, es una princesa.

- Muchas gracias por presentarse como candidatos. Si tienen alguna duda sobre mí o sienten que pueda haber en mi carácter algo que vaya a hacerles echarse atrás pueden preguntarlo.- Hacer una selección para que luego el elegido se echara atrás al ver sus modales indómitos sería más que una pérdida de tiempo. Quería ser sincera desde el principio.-Bien, para empezar estaría bien que os presentarais de forma rápida, vuestro nombre, edad y cualidades que consideréis que pueden ser de mi agrado o necesidad.- Dice, mirándolos a los ojos con fijeza y pese a ello una levísima sonrisa sigue dibujada en sus labios.- Soy Freya Irion Von Eichendorff.-Dice con seguridad y algo de sincero y benigno orgullo. Ese es su nombre y siempre lo dice completo, aunque suene antiguo o demasiado formal. (Quizás es la cosa más formal que ha quedado en su carácter tras una educación de alta alcurnia, exhaustiva, aunque extraña)
Alarga su mano a ambos, para estrecharla o lo que sea que ellos crean oportuno.

Freya sabe perfectamente que, aunque breve, lo que digan y en especial la forma en que escojan hacerlo, será la mejor prueba de ellos.

- También me gustaría saber por qué me han escogido a mí y no a otra de las muchas señoritas de esta academia, estoy segura de que las hay más bellas, ricas y... prudentes.-sí, menos "impetuosas"

Off: Pues roleemos aquí :3 Ah, como user pediría que el elegido fuera constante en el rol y que escribiera bien (veo que eso último lo cumplís ambos)

por **Pioter Noir** Mar Nov 29, 2011 4:04 pm

La imagen de Freya-sama seguida por dos mayordomos tan elegantes y varoniles simplemente incremento su ya poderosa imagen, volviéndose la envidia de las alumnas que les vieron caminar. Pioter se percato rápidamente y quiso ser participe y motivo de orgullo para ella así que imito hasta el más mínimo movimiento de Miles hasta que prácticamente se movían como uno

Sin duda alguna mucha gente se impresiono al verlos a los tres.

-Mi nombre ES Shitsuji Rango "c" Pioter Noir

Mientras sacando de un estuche un pañuelo más blanco que el alba y rodeando su mano para poder tomar la de Freya - sama sin tocarla, se postra en una rodilla y besa el dorso de su mano sobre el pañuelo para no dejar ninguna mancha sobre ella, ni faltarle ningún respeto; y mirando a sus ojos dice seguro de si mismo.

-Mi don para usted es la inteligencia, una memoria fotográfica que aprenderá con vistazo todo lo que usted desee, a mi lado no necesitara otro mayordomo ninguno podrá nada que yo no pueda para usted, pero sobre todo lealtad; una lealtad sin precedentes que iría más allá de la muerte ... (silencio por un segundo) y de toda moral si es necesario.-

(sus ojos rojos profundos, expresaban una sinceridad completa y una seriedad sin igual)

-He escogido servir a Von Eichendorff - Sama por una simple palabra ... Honestidad, con lo poco que le conozco me he dado cuenta de su fuerza, que no teme demostrar el donaire digno de usted, fuerza que estoy dispuesto a seguir, apoyar y asesorar para convertirla en lo que usted desea de verdad de ella.-

Pioter sonrió cálidamente, se había sonrojado (quizá hablo un poco más de lo debido), y no temió mostrarlo, hizo silencio y prosiguió con un reverencia larga y tendida con el brazo extendido elegantemente como en las cortes francesas del silo XVI.

-Este pañuelo nunca ha sido tocado por nadie más que usted y yo, sí decide no elegirme por favor consérvelo como un recuerdo de mi humilde petición de servirle, se que yo nunca le olvidaré; sí vuelve a mí en algún momento será la herramienta con la que evite tocar su cuerpo cuando necesite servirle tan de cerca como en ese mi más atrevido momento con usted.

Se levanto lentamente y sin dar la espalda juntos sus manos en forma de una petición regresando a su lugar e inclinándose hacia el apuesto Ingles que estaba a su lado y de dirigió estas palabras.

-Miles - Sempai por favor supéreme, haga su mejor esfuerzo por que Von Eichendorff -sama necesita al mejor mayordomo que pueda tener incluso si no soy yo-

por **Miles Hawkins** Mar Nov 29, 2011 6:04 pm

La larga melena rubia del británico se mecía ligeramente con cada paso que éste daba. Con la cabeza alta mostrándose como el más digno de los seres, caminaba servilmente tras la muchacha pelirroja a la que había decidido servir. Sus andares no diferían mucho de los que solía llevar cualquier caballero medianamente instruido en etiqueta, mas sí lo hacía la posición de sus manos, entrelazadas bajo las (imaginarias) mangas de su chaqueta, ya que desde que había tomado la decisión de seguir a esa dama, había tomado en consideración el rango de esta y había adaptado su uniforme según el reglamento. Sólo un pequeño detalle le diferenciaba de todos los demás shitsujis, y era que a su espalda permanecía aferrada una katana.

Le había costado esfuerzo conseguir que la dirección del centro le permitiese esa pequeña cualidad, y había tenido para ello que formalizar su código de honor, el cual le impedía utilizar su espada para algo diferente del de defender. En cualquier caso, no podía agredir, ni siquiera en defensa propia, a nadie con el fin de dañarlo y sólo, en las situaciones más desesperadas, la legislación le permitía utilizarla para herir. Era una restricción dura, pero era un éxito si se tenía en cuenta que la época de los samurai había pasado hacía siglos. Era un bicho raro, pero se le toleraban esas rarezas.

-Miles Hawkins es mi nombre, tengo veintiún años y soy un samurai. -comentó tras una respetuosa reverencia. No necesitaba hace un acto tan vistoso como el del otro mayordomo, no creía en ello y consideraba que esa actuación, recargada como un cuadro del rococó, estaba fuera de lugar. Su sencillo gesto le valió la consideración de necesario.- Si tiene una ligera idea de lo que esto significa, entenderá que definirme así dice mucho más de mí que cualquier descripción que pudiese ofrecerle en estos momentos. Si no, con gusto puedo explicarle mi filosofía. -evitó sonreír interiormente ante la perfecta armonización de su discurso.- Dicho sea de paso, la filosofía es la rama de conocimientos en la que más destaco. Respecto de mis aptitudes prácticas, dejando a un lado mi esgrima, es destacable mi habilidad culinaria. -explicó el inglés sin dar excesiva información, siendo educado y conciso en la medida de lo posible.

La primera pregunta había sido fácil, pero ahora llegaba la parte más difícil. Tenía que decirle por qué había decidido servirle a ella y no a otra de las muchas chicas de aquella academia. Miles comprendió al instante que aquella pregunta no podía responderla desde la inteligencia o la lógica, pues siempre habría alguien mejor que la presente en una cualidad, como ella había expresado. Además, tampoco la conocía lo bastante bien como para saber cuál era su mayor virtud, aquella que la hacía especial ante el resto de las damas de la academia. No, definitivamente la lógica no era una aliada, y no podía confiar en ella. Cerró los ojos y expiró profundamente hasta dejar vacíos sus pulmones. Tras unos segundos sin nada en su caja torácica, inspiró lentamente hasta volver a llenarlos a medida que abría los ojos. Como decía su abuelo, el corazón no da respuestas si no se le pregunta con el respeto adecuado, y aquella rápida relajación era el protocolo habitual para estos asuntos.

- … No tengo respuesta a la última pregunta. -dijo con rotundidad.- La razón que me ha llevado a escogerla a usted no ha nacido de mi mente, sino de lo más profundo de mi espíritu, y no tengo manera de explicarlo o de definirlo. De alguna manera, he sabido que era lo que debía hacer. No sé el por qué, simplemente, sé que es así.- respondió Miles con un tono serio y solemne. Aquello, según el Bushido, era conocido como el “Gi”, las decisiones justas que emanan del interior. No había manera de explicarlo en pocas palabras. Ni en muchas, sólo la comprensión del término suponía su conocimiento.

Tras decir aquello, miró al otro mayordomo y escuchó sus palabras con calma. Nuevamente esperó unos segundos mientras reflexionaba sobre aquello y finalmente negó con la cabeza.

-No. Mi objetivo no es superarle, ni tampoco convencerla. Mi objetivo es simplemente dejar claro quién y cómo soy y esperar con paciencia, honor y respeto. Sobre todo respeto.- dijo simplemente. No añadió nada más, pues a su juicio, todo lo que debía ser dicho ya lo había sido. Ahora, era el momento de que ella tomase su decisión. No intentaría influir en su juicio de ningún modo, cosa que, a su parecer, sí había hecho su compañero. No obstante, no lo mencionó por lo mismo, permanecer sin alterar su opinión. Por respeto.

por **Freya I. Von Eichendorff** Miér Nov 30, 2011 5:59 am

Para ser sincera, Freya se sintió impresionada con los modeles de ambos caballeros. Últimamente incluso la realeza era una feria absurda de vanidades, de gente estúpida y vacía que no hacía otra cosa que reír, criticar y gastar. Freya odiaba ante todo la gente falsa y, por suerte o más bien por desgracia, ambos habían sido totalmente francos. Al fin, ese no era un punto que pudiera hacerla “desempatar”. Muy quieta, plantada ante ambos al final del pasillo, comprobó los modales caballerescos aunque algo recargados de Pietor, regios y firmes de Miles. La pelirroja se echó el pelo hacia atrás con un movimiento único, rápido. De esos que no podía quitarse de encima y que, tan a menudo, la hacían parecer demasiado prepotente.

Realmente las presentaciones de ambos habían sido brillantes, aunque de formas muy diversas. Sin embargo Freya no podía quedarse ahí, como una de sus antiguas profesoras le decía cada día “brillante no es suficiente, debe usted ser perfecta” Siempre había odiado a esa mujer y ahora se encontraba a sí misma escuchándola en un momento como este...

Pensó lógicamente en las circunstancias, Pietor la había conquistado por sus modales pero sabía perfectamente que ella misma se convertiría en su ruina si lo eligiera, él era demasiado bueno y complaciente. No pegaban ni con cola de impacto... Miles, por el contrario, había sido muy lógico y más serio y le veía mucho más capacitado para servirla (en lo bueno y en lo malo). Aunque esa parte de que la había escogido por un impulso del espíritu había sido la guinda del pastel. Realmente había sido más que entretenido esperar dos respuestas tan dispares a una pregunta que, sencillamente, no tenía una respuesta correcta.

- Voy a ser franca, la decisión que han tomado de servirme no ha sido la más inteligente de sus vidas.-sincera, incisiva- Hoy debo condenar a uno de ustedes por ese... deseo.-suspiró levemente y les miró ambos una vez más. Tenían el pelo muy largo, cuidado y suelto y eso era algo que a Freya siempre le había gustado.
La pelirroja clavó sus ojos azules, brillantes, sobre los de Pietor.- Me quedaré con su pañuelo.-le dedicó una sonrisa dulce y, con su permiso, se lo guardó en un bolsillo.- Y espero que nos encontremos por los pasillos, creo que sería usted un gran amigo. Sin embargo su carácter es demasiado afable para mí...-agachó la cabeza un momento, volvió a mirarle.- Tómeselo como lo que es; un halago.-Hablaba muy en serio, no por ello quería que Miles se sintiera insultado... pero estaba claro que el carácter de Pietor era muy afable, demasiado para que Freya lo tuviera a su servicio. Sabía que habría sido demasiado injusta con él. Miles pegaba más con ella, ambos eran unos bichos raros.

Miró entonces a Miles, directamente.
- Es usted el elegido, suerte.-realmente iba a necesitar más que suerte. Era el “ganador” de algo que Freya consideraba una condena futura asegurada.

por **Pioter Noir** Miér Nov 30, 2011 2:00 pm

Pioter sonrió un tanto desilusionado hizo una nueva reverencia idéntica milímetro a milímetro a la anterior y dijo con una voz dulce y encantadora:

Es su honestidad que ahora me prodiga su más grande encanto Von Eichentorff- Sama, le agradezo pueda aceptar un presente tan humilde como el que yo un simple mayordomo puede ofrecerle, mientras lo tenga cuente conmigo como un aliado.

Su pecho se inflo con un nuevo aire, no podía permanecer con tanta humildad ante Freya, después de todo el siempre tiene encuentra que su orgullo es el de su Ojou-sama, su mirada se volvió más cálida y tierna probablemente ocultara una gran tristeza pero sin embargo se mantuvo firme, imito la fortaleza de Miles usando su memoria fotográfica.

Me alegra mucho que haya encontrado un shitsuji digno de servirle, Y como dije en un principio, confío en que Miles-sempai podrá hacerlo a cabalidad.

Dirigiendose a Miles con orgullo y aceptandole superior, saludo con su mano en el pecho como simbolo de aprobación y en señal de hermandad le dijo:

¡¡Porfavor cuide muy Bien de su Ojou-sama!!

Espero volver a encontraros pronto, en mi tendrá un amigo siempre.

Von Ichendorff-sama si algún día este Shitsuji puede serle útil no dude que estaré ahí para ayudarle (sin sonrojarse y con un tono un poco alto)

y finalmente Pioter sello su boca con su sonrisa nostálgica, tratando de ver los ojos de Freya, pero sin una posibilidad de hacerlo plenamente, en su interior lo sabia, se había extralimitado y no quería cometer ese error con la ojou-sama de nadie, ademas sentía un respeto y admiración real por ella, quizá, se dijo para si, Von Ichendorff-sama y yo sí somos más parecidos de lo que creí... una ultima reverencia perfecta fue el inicio de pasos lentos que se alejaban del lugar con una afable sonrisa y no una despedida sino un cálido hasta pronto.

por **Miles Hawkins** Miér Nov 30, 2011 7:06 pm

El rostro del mayordomo se mantuvo impertérrito en todo momento, sin dejar que sus pensamientos se transformasen en emociones y que estas lo hiciesen a su vez en gestos. Por supuesto que tenía sus emociones, y por supuesto que podría haber respondido con la misma emotividad que mostró su compañero, pero no le parecía correcto. Había sido elegido, sí, y precisamente por eso, debía contenerse y guardar más las formas que en el caso de no haberlo sido. Si mostraba excesiva alegría, euforia o algo por ese estilo, podría llegar a faltarle el respeto al despreciado. Un verdadero samurai obtenía su respeto mostrándoselo incluso a sus enemigos. Una reverencia educada, traducible al lenguaje verbal como un gracias sumado a un asentimiento, fue toda la respuesta que dio Miles.

Tras las sentidas palabras del otro varón, Miles dejó de lado su papel de estatua para volver a representar al ser humano que acostumbraba. Dio un pequeño paso hacia delante mientras su mente, rápida como el vuelo de un colibrí, intentaba buscar una respuesta adecuada a las palabras de la que sería su Ojou. Le deseaba suerte, poco después de afirmar que su elección sería como una condena. ¿Era una amenaza? No, sonaba más a advertencia. ¿Se referiría a la falta de prudencia que había mencionado antes? Honestamente, Miles no tenía modo de averiguar nada simplemente pensando sobre ello, así que sencillamente abandonó esa línea y esbozó una ligera sonrisa, sosteniendo con total calma la mirada de la pelirroja.

No respondió al instante, ya que las palabras no acudían a su mente. Aquel "suerte" era tan sencillo que resultaba tremendamente complejo. Cualquier cosa que dijese, quedaba fuera de lugar o sonaba como la sirena de un barco en medio de una sinfonía. ¿Qué decir? Eso se preguntaba el caballero mientras, observándose reflejado en los ojos de la chica, sus esquemas eran destrozados uno a uno por esa palabra tan cargada de poder. Finalmente, Miles no pudo evitar soltar una risa que, aunque ligera, le brotó del mismo estómago, para posteriormente asentir con una reverencia.

-Me ha dejado sin palabras, señorita Von Eichendorff. Ahora no me cabe ninguna duda de que mi decisión de servirla fue una buena decisión.- Dijo simplemente y con sencillez. No obstante, bajo aquellas palabras aparentemente vacuas y sin profundidad, se encontraba uno de los mayores cumplidos que había hecho el inglés en sus más de veinte años de existencia.

por **Freya I. Von Eichendorff** Jue Dic 01, 2011 4:42 am

Pietor acabó retirándose, lentamente, con unas sonrisa en los labios que no era del todo natural. Freya vio una sincera decepción en él por no haber sido elegido, pero de todas formas se lo había tomado muy bien. Esperaba encontrárselo por la academia, y ver que él había encontrado una buena Ojou. Su última frase sonó algo fría. Freya pensó que lo mejor sería poner una leve sonrisa en sus labios, asentir y dejar pasar unos días antes de volver a hablar con él. Pietor se fue por el pasillo, con su paso elegante y casi parsimonioso...

Por último Freya se había dirigido al elegido, o quizás condenado, y esperaba una respuesta. Mientras, tranquilamente, le escrutaba con una mirada vivaz. Él se mostraba pensativo. Tardo un rato que a Freya se le hizo eterno en responder. Pero, cuando lo hizo, su respuesta fue más que satisfactoria.

- No esperaba menos con una aseveración tan cierta y tan directa.-le dijo, sonriendo de medio lado. Había una leve alegría maliciosa en el gesto. Sin embargo el significado profundo de las a penas dos frases de su nuevo mayordomo no le pasaron por alto.- Ya tendrás tiempo de arrepentirte...-murmuró casi para sí.

- Por cierto, no tengo la menor idea de dónde está mi habitación. Mis cosas llegarán en un par de horas. Podríamos buscarlo, si no tiene nada mejor que hacer.-su mentalidad rápida, práctica y, en cierta manera, su actitud controladora y previsora salieron a la luz. Quería saber dónde estaba cada cosa, quería tener preparada la llegada de sus cosas... Quería tener la sensación de que sería capaz de controlar ese micromundo. Aunque quizás, solo quizás, era posible.

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