De enigmas, secretos y culpas.

Dinah entró en la pequeña habitación al lado de la de Alex. Sabía bien que una puerta era todo lo que separaba ambas. Al entrar, lo primero que notó fué la ausencia de Alex. Su mente intentó tranquilizarla, pues de inmediato temió que él la hubiese seguido y presenciara la extraña escena entre Pioter y ella.

Seguramente anda por ahí convenciendo a otros estudiantes del colegio con eso del "Ruiseñor del Emperador" la idea pasó por su cabeza. Aunque ella presentía que era más profundo y demandante aquel interés que Alex le profesaba a ella. Seguramente estaba decidido a no perderle de vista.

Tomó la llave que llevaba colgada al cuello y se apresuró a sacar su diario de su escondite. Abriéndolo, tomó aire, colocó el bolígrafo en su mano derecha y sostuvo aquella libretita con la izquierda. El pulso le teblaba. Toda ella temblaba.

Aún con lo tembloroso de su cuerpo, consiguió escribir. Tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano -aunque el forzarse a hacer algo no le era desconocido- y vaciar lo que rondaba su mente y le atormentaba, cual si fuese un preso en una jaula, golpeando su jarro de metal contra los barrotes de su celda, haciendo escándalo para llamar la atención del carcelero, torurándole los oídos, sin darle tregua ni paz, hasta que se le liberase.

Fué así que Dinah escribió lo siguiente:

Creo que me estoy volviendo loca.

¿Cómo es que he podido ser tan irresponsable?

No sólo besé a mi Amo... deseé hacerlo. Quise soñar que no había barreras de ninguna clase que nos separaran. Quise pensar que podía hacerle feliz como él quería y ser feliz a su lado. Le dí el mensaje equivocado. Y a pesar de ello, sentí en mi interior como si estuviera haciendo lo correcto, como si siguiera mi destino.

Quizás si mi Maestro estuviera aquí, si pudiera hablar con él de esto... tal vez él entendería y me ayudaría a encontrar el camino que me llevaría a la respuesta que busco.

Pero en realidad, ni yo misma me entiendo.

Parece como si, no logrando estar satisfecha con mi propia desfachatez y descaro, al encontrarme a solas con Pioter-san, hubiese olvidado que ha decidido enemistarse con mi Amo, que me ha sido prohibido verle... y he creído me correspondía reconciliarles... o al menos lograr que evitasen hacerse daño.

Como si yo, una inútil e insignificante Maid, tuviera el poder de evitar que dos fuerzas chocaran. Como si yo pudiera mover montañas...

Quizás el castigo a mi arrogancia haya llegado ahora, en la delicada posición en la que me he puesto.

Sin darme cuenta, al pedirle a Pioter-san que evitara enfrentarse a mi Amo, sólo he conseguido lastimar a Alex-sama. No sé porqué en un cierto momento Pioter me pareció atractivo... no sé porqué estuve a punto de besarle... cual si no fuera yo y alguien más hubiese tomado mi cuerpo por asalto y hecho cosas que normalmente no haría.

Y no es como si no debiera enamorarme algún día, o quizás salir con algún chico, tal vez un Butler... alguien que no me esté prohibido...

¿Es acaso tan malo querer vivir de acuerdo a las reglas?

Quizás mi destino no está en seguir la receta para ser solamente una buena Maid.

Además, queda ese misterio... el porqué me siento tan bien estando cerca de mi Amo. ¿Porqué huele exactamente como olía mu abuelo?, ¿Porqué pude recordarlo cuando abracé a Alex-sama?, ¿Porqué en mi recuerdo, yo era feliz y mi abuelo sonreía, cual si me dijera que todo lo que fuera a hacer estaba bien?.

Y esa extraña imagen, con la Silueta de Alex-sama a contraluz. Aquella escena breve en la que, frente a una ventana que mira hacia una cuidad desconocida lleva a sus labios un dedo, pidiendo silencio, y siento que le conozco desde siempre aunque no le puedo distinguir, aunque no veo su rostro... y siento que hay una complicidad que he querido desde siempre... que anhelo de toda la vida.

Quizás... fué sólo una alucinación... un espejismo... o tal vez fué una imagen aleatoria de un sueño. Y sin embargo, el parecido con Alex-sama es increíble. Es como si desde siempre le hubiera esperado, como si en Pioter san pudiera ver un reflejo de él... algo que sí puedo tener, algo que no me está prohibido...

Y para rematar. Tengo celos. Celos de cualquier chica que le tome interés a mi Amo. Celos de cualquier fantasma que le atormente. No debería querer ser importante para él. No debería enamorarme así. Y no debería traicionarle con su propio hermano... aunque pudiera amarle.

sus lágrimas mojaron el papel. Lloró en silencio. Tanto por su impotencia como por su angustia y desesperación. En su intento por no lastimar a nadie, por quererles y cuidarles... sólo había logrado hacerles daño. No había logrado evitar nada, y un presentimiento fatal le advertía que todo iba a empeorar... y que ella también saldría herida... mucho y profundamente.

Cerró la libreta, la guardó en su sitio y se escondió la llave entre sus ropas. Limpió las lágrimas de su rostro, maquilló las evidencias de su llanto y dsu dolor. Respiró profundamente y abrió la puerta. Le esperaba un camino oscuro y tortuoso. Del cual no podía huír, aunque quisiera.