Empieza mi estancia aquí

Como llegue en la tarde y las clases habían terminado, decidí pasar al salón de té para relajar mis nervios no sabia si estaba lista para esta clase de ambientes más competitivos ya que era la clase de lugar en el que llegabas y podías notar en el ambiente que todo lo que habías vivido con esos lujos había sido tan fácil.

Me senté en un pequeño sillón rosado de lo más cómodo, una mesera se acerco a mi lugar y pregunto mi orden -Un té de vainilla, por favor -le dije amablemente con una sonrisa y ella me respondió con una sonrisa también.

Mi té se tardo unos 20 minutos en estar listo, la mesera lo trajo en una pequeña tacita estilo rococó color azul. Empece a tomar mi té y meditando en que debería hacer definitivamente necesitaba conseguir amigos...pero como? no era muy buena socializando.

Desde el otro lado del salón vio entrar a una jovencita. Poseía cabello rosado y una baja estatura, lo que le daba cierto aire tierno y sin embargo Aoi no se dejó llevar por aquella apariencia, en ST. Lucia las cosas rara vez eran como parecían. Además siempre estaba al tanto de las alumnas que llegaban a la academia y procuraba conocer los historiales de cada una de ellas. No era difícil tomando en cuenta que todas provenían de familias reconocidas. Así que no le resultó difícil reconocer en aquel rostro a la menor de la familia Kirpatrik.

La observó durante los 20 minutos que el té de la muchacha se tardó en llegar, sin cerrar el libro que sostenía en las manos o probar el té de tosas que tenía frente a ella misma y al final, al notar que nadie se había acercado y que la chica tampoco había intentado sociabilizar con nadie, dejó salir un suspiro y cerró el libro titulado “El ruiseñor del emperador”.
Con movimientos tranquilos dejó el sillón sobre el que se encontraba sentada y avanzó con paso tranquilo y elegante hasta la recién llegada para colocarse frente a ella en su rango de visión.

- Bienvenida Kirpatrik Siobhan- inició aquella conversación con una sonrisa cálida- mi nombre es Hiryu Aoi, espero que la llegada a la academia haya sido grata.

Me quede por un momento perdida en mis pensamientos, todos alrededor mio habían desaparecido, excepto mi té de vainilla.

Me canse de pensar -que pase lo que tenga que pasar- me dije a mi misma, mientras tomaba otro sorbo de mi té.

Cuando en ese momento una voz me saco de mi "mundo" y mire hacía la dirección de donde provenía la voz, entonces vi a la joven por su uniforme pude notar que era más avanzada -buenas tardes señorita Hiryu- le sonreí, al parecer me reconocía a mi familia y a mi, pero bueno yo igual había escuchado hablar de su familia aunque la verdad no era algo raro de otras tantas personas más de esta escuela había escuchado hablar -acabo de llegar aunque bueno hasta ahora todo bien, pero por favor tome siéntese- dije esto haciendo un movimiento con mi mano para indicar la silla que estaba a mi lado.

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